Ojo seco crónico: diagnóstico, tratamientos y novedades

El ojo seco crónico es una de las afecciones más comunes en la consulta oftalmológica. Aunque a simple vista puede parecer un problema menor, su impacto en la calidad de vida puede ser considerable. Picor constante, sensación de arenilla, enrojecimiento, visión borrosa intermitente y fatiga ocular son solo algunos de los síntomas que arrastran los pacientes con esta enfermedad. Afortunadamente, los avances recientes en diagnóstico y tratamiento permiten abordarlo de forma cada vez más personalizada y efectiva.

👁️ ¿Qué es el ojo seco crónico?

Se trata de una alteración multifactorial de la lágrima y la superficie ocular. Puede implicar:

  • Disminución de producción de lágrima acuosa (tipo hiposecretor)
  • Evaporación excesiva de la lágrima (tipo evaporativo)
  • Desequilibrio en los componentes lipídicos, mucinosos o proteicos
  • Inflamación de las glándulas de Meibomio

El ojo seco crónico no suele curarse del todo, pero se puede controlar. Su carácter persistente lo distingue de casos leves o estacionales, como los causados por alergias o exposiciones puntuales al viento.

🔍 Diagnóstico moderno: más allá de los síntomas

El diagnóstico ha evolucionado mucho. Ya no se basa solo en el “test de Schirmer” o el interrogatorio clínico. Hoy en día, existen técnicas específicas que permiten evaluar con precisión cada componente de la película lagrimal:

  • Meibografía: muestra el estado de las glándulas de Meibomio, claves en el tipo evaporativo.
  • Interferometría: mide el grosor de la capa lipídica.
  • Tear osmolarity test: determina si existe hiperosmolaridad (indicador de ojo seco inflamatorio).
  • Break-up time no invasivo (NIBUT): evalúa el tiempo que tarda en romperse la lágrima sin contacto directo.
  • Estudios de inflamación en lágrima: detectan marcadores como la metaloproteinasa 9 (MMP-9).

Gracias a estas pruebas, el oftalmólogo puede diferenciar entre subtipos y personalizar el tratamiento.

🩺 Tratamientos actuales y enfoques integrales

El manejo del ojo seco crónico ha pasado de ser genérico a ser más específico. Hoy se combinan varias estrategias:

1. Lágrimas artificiales

De primera línea, pero deben elegirse según el tipo de ojo seco. Las de baja viscosidad alivian síntomas leves. Las más densas o con ácido hialurónico alto son útiles en casos más severos.

2. Geles y pomadas oftálmicas

Ideales para uso nocturno o en pacientes con disfunción grave de glándulas lagrimales.

3. Tratamientos antiinflamatorios

  • Ciclosporina A (colirio): reduce la inflamación crónica.
  • Corticoides suaves: de uso temporal, ayudan a controlar brotes agudos.
  • Tetraciclinas orales (como doxiciclina): en disfunción de Meibomio con rosácea ocular.

4. Luz pulsada intensa (IPL)

Técnica no invasiva que mejora la función de las glándulas de Meibomio y reduce la inflamación. Uno de los avances más relevantes de los últimos años.

5. Sueros autólogos o plasma rico en factores de crecimiento (PRGF)

Preparados personalizados a partir de la sangre del paciente. Indicados en casos graves o con daño epitelial persistente.

6. Oclusión de puntos lagrimales

Pequeños tapones de silicona que impiden el drenaje de lágrima, aumentando su tiempo de permanencia.

7. Terapia térmica y masajes glandulares

Dispositivos como LipiFlow® o tratamientos domiciliarios con calor controlado ayudan a drenar secreciones meibomianas espesas.

🌟 Novedades prometedoras

El ojo seco sigue siendo un campo de innovación constante. Algunas tendencias recientes incluyen:

  • Uso de microbioma ocular: estudios sobre bacterias oculares que influyen en inflamación.
  • Biológicos tópicos: como anticuerpos monoclonales en estudio para regular la inmunidad local.
  • Nanotecnología en colirios: que mejora la penetración de activos terapéuticos.
  • Terapias personalizadas basadas en inteligencia artificial: para definir el tratamiento más eficaz según datos clínicos y genéticos.

👨‍⚕️ ¿Cuándo consultar?

Si el paciente nota síntomas persistentes como:

  • Picor o ardor constante
  • Sensación de cuerpo extraño
  • Intolerancia a lentes de contacto
  • Visión fluctuante
  • Lagrimeo paradójico

…es hora de consultar. El diagnóstico precoz evita que la afección se agrave y permite mantener la calidad de vida visual.

En definitiva, el ojo seco crónico es una afección frecuente pero tratable. Con diagnóstico adecuado y tratamiento personalizado, los pacientes pueden recuperar comodidad visual y prevenir daños mayores en la superficie ocular.

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